Por Ariel León
La semana anterior nos tocó visitar por algunos días la capital del estado por motivos de trabajo, desde que salimos del “Rancho”, observamos la carretera federal 15 muy transitada y con bastante vigilancia por parte de la Guardia Nacional división Caminos, la prosperidad y la diferencia entre ciudades quedó de manifiesto al tomar la avenida principal de la ciudad capital, durante nuestra estadía pudimos constatar el desarrollo y lo pujante de esta urbe económicamente hablando, en verdad que dá lástima volver a ciudad Obregón y mirar sus calles empolvadas, llenas de baches, las principales avenidas con sus carriles de circulación sin delimitar, los comercios cerrando por falta de circulante o por cobro de piso, francamente se ve un panorama desolador en gran parte de esta ciudad.
Con nostalgia recordamos que en algún tiempo se vislumbraba a ciudad Obregón para convertirse en la capital del estado, quien quería progresar económicamente, emigraba a estas tierras del Valle del Yaqui, era considerada la ciudad más limpia de México y la mejor trazada, todo era benevolencia, el desarrollo económico era similar al de Hermosillo, hoy vemos con tristeza que nos estamos convirtiendo en un pueblo fantasma, donde la inseguridad y las ejecuciones son el pan nuestro de cada día.
Desde 2015 anunciaban con bombo y platillo la instalación de dos grandes empresas que vendrían a generar miles de empleos a nuestra ciudad y con ello, solucionar en gran parte una problemática de la creciente ola de violencia de aquellos años, Constellation Brands y la cremería Lala fueron las dos últimas empresas importantes que se han instalado en ciudad Obregón y realmente no han generado la cantidad de empleos que se esperaba ya que sus modernos equipos son tan eficaces y automatizados que no se requiere de mucho personal humano.
Hace falta que la sociedad civil, empresarios, estudiantes etc. se organicen para exigir a nuestras autoridades, primeramente a las estatales, un alto a las ejecuciones, que pongan a trabajar a sus policías estatales y a sus ministerios públicos a resolver los miles de homicidios que se han registrado en los últimos años en ciudad Obregón y, que dejen de estar haciéndose “Patos” aventándole la bronca a la Policía Municipal.
En segundo lugar hace falta que al alcalde de Cajeme se le haga una manifestación fuerte donde se le exija el arreglo de las calles, barrido, y la recuperación de los espacios de esparcimiento familiar, en estos temas fuimos testigos de cómo en la capital, las plazas públicas son abarrotadas por jóvenes todas las tardes donde el Instituto de la Juventud lleva programas de entretenimiento, deportes como clases de beis bol, futbol, zumba, karate etc. mientras que aquí en ciudad Obregón esa dependencia dirigida por un ex priísta regordete de nombre Fernando Félix solo sirve para cobrar sus quincenas.
Ya que andamos cavilando por rumbos del 2015, nos viene a la memoria cuando el ex Diputado local Omar Guillen anunciaba la construcción del recinto de los Juicios Orales a un costado del CERESO local, aseguraba que en seis meses quedaría construido y habilitado para una eficaz impartición de justicia, y también promovió el Nuevo Sistema de Justicia Penal, que francamente solo sirvió para beneficio de los delincuentes y del edificio de los juicios orales solo podemos observar el inmueble como otro de los elefantes blancos de la fallida administración de Claudia Pavlovich.
Nos gustaría ser testigos de un levantamiento civil exigiendo a nuestras autoridades municipales el rescate de nuestras principales avenidas, como hace falta un buen líder social que convoque a los empresarios, agricultores, ganaderos, comerciantes para realizar una manifestación tal como lo hicieron en aquel 2012 para defender el agua del Valle del Yaqui con la obra ilegal del acueducto, ya basta de conformismo y de apatías, creemos que es momento de comenzar a rescatar ciudad Obregón antes que sea demasiado tarde.
Es una vergüenza que la avenida Miguel Alemán parezca zona de guerra, llena de baches, polvo, basura y comercios cerrados, la entrada sur de la ciudad está por el mismo tenor, a oscuras y sin delimitación de carriles y que decir de la entrada Norte, que hasta los postes de alumbrado público se robaron.
Basta con visitar la hermana república de Bácum para darse cuenta del progreso que ha tenido este municipio en 6 meses de gestión del alcalde Serge Enríquez, las entradas a este humilde municipio lucen limpias, alumbradas, con sus carriles de circulación bien pintaditos y no es por amarrar navajas pero es la realidad.
Por hoy es todo. ¡Gracias por su tiempo!
