* Se tienen identificadas plagas de atención prioritaria en el Parque Nacional La Malinche, ubicado entre Tlaxcala y Puebla, además del Parque Nacional Volcán Nevado de Colima de lado de Jalisco
Ciudad de México, septiembre del 2021.- Las plagas y enfermedades impactan 25 mil hectáreas de bosques en México, con focos rojos en Chihuahua, Durango, Oaxaca, Baja California Sur, Guerrero, Michoacán, Jalisco y Chiapas, principalmente por descortezadores, defoliadores y plantas parásitas, alertó la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
“En la región sur del estado de Oaxaca hay actualmente una importante afectación por insectos descortezadores que por diversas circunstancias no se ha logrado atender; una parte muy importante es la inseguridad, la tenencia de la tierra, que en gran medida limita el actuar de las instituciones”, reconoció Abel Plascencia González, gerente de Sanidad Forestal de la Conafor.
Destacó que también se tienen identificadas plagas de atención prioritaria en las áreas naturales protegidas del Parque Nacional La Malinche, ubicado entre los estados de Tlaxcala y Puebla, así como en el Parque Nacional Volcán Nevado de Colima de lado de Jalisco.
“En La Malinche hay una importante afectación por descortezadores, más de 570 hectáreas registradas en un período de dos años, pero la incertidumbre que genera el problema de la tenencia de la tierra limita mucho el poder actuar de manera más rápida”, manifestó.
Por su parte, Guillermo Sánchez Martínez, experto del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), indicó que además un freno muy importante para el combate de las plagas y enfermedades de los bosques mexicanos es la falta de recursos económicos debido a la actual política de austeridad, por lo que se requiere un presupuesto, aunque sea modesto, para atender la problemática.
Emergencia Climática
El incremento de la temperatura en algunas regiones del país y la presencia de más lluvias en otras, así como la ausencia de frío en el invierno, por efectos del calentamiento global, modifican los patrones y la distribución de plagas en territorio nacional, advirtió David Cibrián Tovar, investigador de la Universidad Autónoma de Chapingo.
“Estamos constatando cada vez más el desplazamiento de especies de descortezadores que tradicionalmente estaban a más baja altitud y ahora van hacia arriba. La ausencia de frío y de heladas fuertes que ayudaban a limpiar de cierto modo los bosques, ya no se están presentando y eso implica desplazamientos de plagas como mosquitos que están subiendo”, explicó.
El reconocido doctor en Entomología, ciencia que estudia los insectos, puso como ejemplo el llamado salivazo de los pinos detectado en Puebla o la avispa que causa agalla en los encinos encontrada en Hidalgo, dos especies de aparición reciente, que obliga a dictaminar contingencias sanitarias, en las que se requiere atención con recursos humanos, presupuesto y organización.
Huracanes
De acuerdo con evidencia científica, los fuertes vientos de los huracanes, – cada vez más frecuentes y potentes por el cambio climático -, desplazan nuevas plagas a México, que aterrizan a cientos o miles de kilómetros de distancia de su lugar de origen, aseguró David Cibrián Tovar.
“Hay un caso en la ciudad de La Paz, donde llegó un insecto, que es eminentemente tropical, y defolió todos los eucaliptos de la zona, era imposible que esa plaga estuviera ahí de manera natural y fue después de un huracán; el manglar es otro caso típico, porque los insectos pueden ser arrastrados; imagínense la palomilla del nopal, en las infestaciones que están en América Central y El Caribe, un huracán puede mover a la especie”, comentó.
A su vez, Abel Plascencia González, gerente de Sanidad Forestal de la Conafor, detalló que cada vez más se presentan problemas fitosanitarios en áreas de manglar como es la Reserva de la Biosfera Marismas Nacionales en el estado de Nayarit, donde los tratamientos en muchas ocasiones incluyen la remoción de los ejemplares, que son una barrera natural para los huracanes.
Reveló que los impactos en estos ecosistemas considerados como frágiles, son por patógenos, defoliadores, plantas parásitas y plantas trepadoras, por lo que se requiere un sistema de monitoreo más ágil para detectar las plagas y atacarlas con oportunidad.
