Por Ariel Leon
Este día el alcalde de Cajeme volvió a salir de su madriguera donde se refugió por tres años que en materia económica, infraestructura y desarrollo social se vio mermado en nuestro Municipio, luego de realizar un recorrido por lo que será el colector sanitario en las calles 400 y Jalisco, despotrico en contra de la fallida administración de Claudia Pavlovich, también culpo a la gobernadora del estancamiento económico registrado en este Municipio derivado del atraso en las participaciones estatales para su administración.
De plano no hubo nadie que le dijera a Sergio Pablo Mariscal que la peor desgracia en la historia de Cajeme es su persona tomando las riendas de lo que un día fue el segundo Municipio más importante del Estado y que hoy lo deja completamente en ruinas, pero aun así se atreve a delegar responsabilidades en manos de la autora fallida administración estatal.
Solo basta con recordar las “pajas” mentales que se hizo en días pasados en Zapopan, Jalisco, cuando se postro muy saleroso a dar cátedras de cómo se deben llevar las riendas de la seguridad en un Municipio, también hay que recordar la mentada de madres que nos dio a los cajemenses al otorgarle un reconocimiento a Candido Tarango, Secretario de Seguridad Pública Municipal por la excelente labor al frente de dicha corporación.
¿Cómo calificaría usted estimado lector la desfachatez de este individuo que tenemos como alcalde, y que por fortuna de Dios ya solamente le quedan ocho días para que deje en paz a esta devastada ciudad?
En materia estatal, muchos sonorenses se percibieron preocupados por la salud del gobernador electo Alfonso Durazo quien él mismo difundió un vídeo anunciando ser portador del Covid-19, por lo que tendría que permanecer resguardado del contacto de otras personas, por supuesto que es de alarmarse por la salud de quien será nuestro gobernador por los próximos seis años o tal vez por los próximos tres, pero lo que más temía la ciudadanía es que el gobernador electo no pudiera tomar posesión como jefe del ejecutivo en caso de alguna complicación por la mortal enfermedad y de esta forma Claudia Pavlovich tendría que extender su mandato, nada de esto ocurrirá, Alfonso Durazo continua en franca recuperación y con muchos ánimos de trabajar por sacar a Sonora adelante.
En una esculcada general y sin profundizar en las diferentes dependencias ya salió a flote por lo menos un faltante de 22 mil millones de pesos, entre desvío de recursos y en donde quedó la bolita, no cabe duda que se trataba de, ¡Otro Sonora, YA!.
Recordamos como si fuera ayer la propia candidata Claudia Pavlovich anunciaba y reconocía en sus reuniones populares que iba atrás en las preferencias del electorado sonorense con una amplia desventaja ante Javier Gándara, el candidato emanado del PAN, también reconocía que eso no le preocupaba porque en todas las elecciones que había participado siempre iba atrás y por obra de Dios, siempre ganaba.
En aquellos ayeres, Claudia Pavlovich se mofo de las raterías de Guillermo Padrés y toda su camarilla de bandidos de haber dejado en bancarrota al Estado que ella se encargaría de devolverle a los sonorenses lo robado, de encarcelar a Guillermo Padrés y todo aquel funcionario que se benefició de la rebatinga de millones de pesos.
Tal vez el verbo llevo a esta señora a la gubernatura y en un inicio de su mandato ciertamente encarcelo a Guillermo Padres por unos cuantos meses, pero jamás devolvió las sumas millonarias que ella misma acuso a su antecesor de haberse robado, también recordamos con mucha pena o con mucho agrado que Guillermo Padres sigue gozando de libertad debido a que no se le pudo comprobar absolutamente nada de lo que lo acuso Claudia Pavlovich, caso muy similar está pasando en la Presidencia de la República que hasta el día de hoy no hemos visto en prisión a ningún ex presidente, y eso que mucho nos dijeron que se habían robado millones y millones de pesos, no todo está perdido en este tema, aún faltan tres años de gobierno de Andres Manuel López Obrador, seguiremos confiando en sus promesas de campaña.Por hoy es todo, ¡Buenas tardes!