A 50 años, 2 de octubre no se olvida: PAN Sonora

* El Dirigente estatal reflexiona sobre la postura del PAN frente a la represión estudiantil de 1968

Hermosillo, Sonora, octubre de 2018.- El 50 aniversario de la matanza de estudiantes en Tlatelolco debe representar un luctuoso símbolo que impulse a todas las fuerzas políticas a fortalecer el cambio en México donde el respeto a los derechos humanos, políticos y civiles sea la prioridad, externó David Galván Cázares.
 
El presidente del PAN Sonora, recordó que hace medio Siglo, ante los lamentables sucesos en la Plaza de las Tres Culturas aquel 2 de octubre, el PAN fue el único partido político que alzó la voz para reprobar la represión estudiantil.
 
De acuerdo a un estudio presentado años atrás por parte de la panista Margarita Martínez Fisher sobre la postura del PAN frente al Movimiento de 1968, señala que, “Al desatarse el conflicto estudiantil, el 31 de julio de 1968, Acción Nacional en voz de su entonces presidente, Adolfo Christlieb Ibarrola, fijó postura respecto de la utilización excesiva de la violencia contra la juventud:
 
Acción Nacional…protesta enérgicamente por los excesos a que el Gobierno llevó la represión contra los estudiantes y culminó con el asalto del Ejército y la policía a planteles de la Universidad y del Politécnico…Cuando las autoridades consideren que la forma de hacer una petición trastorna el orden público, no deben excederse utilizando la fuerza en grado total, que dejen la sensación de que la autoridad no defiende, sino que provoca. En el caso, los ataques de la fuerza pública – policía y ejército –, a estudiantes y escuelas han sido desproporcionados.
 
Cuando la UNAM es tomada por el Ejército, en septiembre de 1968, Ignacio Limón Maurer, ya presidente del CEN del PAN, expresó:
 
La autonomía universitaria ha sido violada por el Gobierno, al ordenar la ocupación militar de la Ciudad Universitaria. No es cierto que los edificios e instalaciones ocupados sean de la Nación. Son propiedad de la Universidad Autónoma de México, conforme a las leyes Orgánicas de 1929, de 1933 la vigente de 1945. No hubo orden judicial para la ocupación de la Universidad, ni petición de autoridades universitarias para que el ejército invadiera las mismas…Por ley, el cuidado de los edificios está a cargo de las autoridades universitarias.
 
Para Acción Nacional, la intromisión del Ejército equivalía a una “suspensión de garantías”, Limón Maurer exigió que los edificios fueran devueltos a las autoridades universitarias y que los detenidos fuesen puestos en libertad.
 
La restauración del orden, debe empezar por el cese de la ilícita intervención del Gobierno en la casa universitaria y por la libertad de los detenidos”, señala el escrito.
 
“De acuerdo a lo documentado por la escritora e investigadora, Tania Hernández Vicencio”, expresó Galván Cázares, “El 2 de octubre de 1968 México se vistió de luto con el asesinato de estudiantes en la Plaza de Las Tres Culturas, en Tlatelolco. Dos días después, el PAN fue el único partido que se pronunció desde el Congreso en contra de la represión en voz de los diputados
 
Gerardo Medina Valdés, Manuel González Hinojosa y Efraín González Morfín, y con su voto en contra de la propuesta apoyada por el PPS, PARM y PRI en el sentido de formar la Comisión de Educación, cuyos dirigentes insistían en la necesidad de mantener la unidad nacional y convocaron a los jóvenes a que evitaran ser instrumentos de quienes trataban de dañar los intereses del pueblo mexicano. Ante esa postura, el panista Efraín González Morfín planteó:
“(…) debemos insistir en la necesidad de respeto, por parte de todos los que intervengan en el conflicto, de la Constitución de la República. No sólo invocándola cuando se trate de la defensa del orden público, sino también cuando se trate del respeto a las garantías individuales de las personas que intervienen o son afectadas por el conflicto (…). Es obvio que en el conflicto se han querido tramitar agravios de orden político a través de instituciones cuyas finalidades no son políticas, como son los centros de estudio de la capital de la República (…). Es positiva la toma de conciencia por parte de muchos estudiantes y de gran parte de la población, de la necesidad de dar solución a problemas nacionales; de la unidad del estudiantado, de participación en problemas de la vida pública; pero estos elementos positivos de conciencia y de anhelo por parte de muchos estudiantes, deben institucionalizarse y tener forma permanente utilizando las instituciones y los medios adecuados”.
 
El Dirigente estatal del blanquiazul puntualizó que sin duda existe aún una deuda en lo ocurrido en Tlatelolco donde Acción Nacional profundizó en tres temas de la agenda pública que preocupaban a los panistas: el reconocimiento de los derechos cívicos y políticos. La revisión del tema educativo, con el que se hizo alusión a la histórica disputa por las conciencias. Y la tensión entre evolución-revolución, planteada a través de la idea del cambio democrático de estructuras, por el que se cuestionaba la persistencia de profundas desigualdades y la función que debía cumplir el partido como intermediario con el Estado mexicano.

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