* La preparación y el temple de dominar el montículo, la fortaleza que David Reyes ha encontrado en su camino por la lomita
Tijuana, Baja California; noviembre del 2025.- Con el paso de los innings y grandes salidas, “El Rey David” se ha consolidado como uno de los serpentineros de mayor calidad dentro del beisbol mexicano. Las actuaciones herméticas y la resiliencia del mochiteco han llevado a Reyes a dejar grandes números, donde los 100 triunfos están a la vuelta de la esquina en la venidera campaña veraniega.
Tras una buena temporada en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) con Toros de Tijuana, las tres victorias que Reyes consiguió con los bureles en el cierre de temporada lo ponen a ley de seis triunfos y 23 chocolates más de llegar al centenar de victorias y 900 ponches en su carrera de LMB. Cifras que no cualquier lanzador registra en su carrera.
El sinaloense sabe que el enfoque en la lomita y no confiarse son claves para evitar daño ante el alto nivel de competencia.
“Los primeros seis de la alineación son los de más cuidado, uno se enfoca en hacer los menos errores, porque si le das importancia es donde el bateador débil te hace daño. Si caes en el conformismo de que vas a descansar un poco porque vienen siete, ocho y nueve del orden al bat, es donde más daño te hacen. La parte alta del line up es donde hay que seguir con la misma tónica, atacando y mantenerte enfocado en tus pitcheos al cien por ciento”, aclaró Reyes.
La experiencia y aprendizaje que dejan los años no tiene precio, la veteranía para Reyes es un factor del que hay que aprovechar y seguir aprendiendo en el camino.
“Sacarle el mayor provecho posible a mi experiencia, el veterano sabe cómo lidiar con las diferentes situaciones, son muchos años que uno va aprendiendo y va mejorando en todos los aspectos, tanto físico como mental, la parte mental es la más fuerte que debemos de tener”, finalizó.
EL AMBIENTE Y CALIDEZ DEL CLUBHOUSE
“El ambiente en Tijuana es bonito, se disfruta mucho el juego cuando estás en el terreno y cuando no, se goza en general. La vibra es buena y el compañerismo ni se diga, desde que llegué me arroparon como si fuera uno más de ellos y estoy contento de vivir esos buenos momentos ahí y esperemos que sean más”.